Es un monumento funerario construido de laja de unos 800 a
1000 Despues de Cristo. Esta tumba alberga los restos de un noble maya
constituye un signo civilizado de la conducta del hombre. Originariamente fue
encontrada en El Rancho, Aldea de San Agustín Acasaguastlán El Progreso.
"Poco hay investigado y menos escrito sobre la vida en
el territorio guatemalteco en la Prehistoria, pero nadie duda de la gran
variedad de especies que se desarrollaron aquí en aquellos tiempos. Como tierra
joven, Guatemala aún guarda en el secreto un sinfín de maravillas que los
paleontólogos están dispuestos a descubrir".
Pertenece al órden sirenia. Igual que los cetáceos oes un
mamífero que vive en el agua y se alimenta de planas y lírios de los ríos. Su
forma parecida a la foca, carente de extremidades posteriores y su cola
espatulada le hacen un ágil nadador aunque tiene un eso entre 800 y 1,800 lbs.
Es de piel gruesa y de escaso pelo. Los especímenes del
museo son originarios de Punta Gorda Belice. El Biotopo Chocón Machacas quién
preserva la supervivencia de este especímen en peligro de extinción, está
localizado en el Departamento de Izabal.
Cetáseo que se asemeja al pez. Mamífero que sólo tiene
miembros anteriores en forma de aleta, puede permanecer bajo el agua hasta 1
hora, al salir expulsa aire y vapor por el agujero que tiene sobre la cabeza.
Se alimenta de moluscos, crustáceos y peces. El museo colecciona un esqueleto
de ballena encontrado en Izabal con un tamaño aproximado de 18 metros de largo.
Es el roedor más grande del mundo, medía más de 1 metro de
altura. De costumbres acuáticas, existen ejemplares vivos en los Zoológicos de
Brasil como fósiles vivientes. El cráneo de la colección del museo fué
encontrado en el sector Sur Oriental de Estanzuela en 1,972.
Es ejemplar único por pertenecer al género NEOCHOERUS
SARISIKAI.
El museo cuenta con minúsculos huesos de este animal, que es
según los científicos una prueba de que evolucionó a otra forma mayor de manera
inversa a otros. Era herbívoro y medía aproximadamente unos 50 cm. de alto,
tenía patas cortas, cabeza alargada y cuerpo también largo. En las patas
traseras tenía 3 dedos y en las delanteras 4 dedos, era de espeso pelaje, vivía
en las zonas de follaje denso con mucha agua.
El carapacho o coraza formada por mosaicos poligonales
óseos, pertenece al sistema de defensa del animal, medía de 3 a 4 metros de
largo. La parte del carapacho que colecciona el museo determina que su tamaño
aproximado era de 2 metros.
PROYECTOS:
En la actualidad se en encuentra en fase de preparación la implementación de un
nuevo diseño del recorrido que hará más didáctico e interactivo el mismo. Se
tiene contemplado también hacer algunas readecuaciones de los espacios técnicos
y de servicios con la finalidad de prestar un mejor servicio al turista. La
Municipalidad y el INGUAT han hecho una alianza estratégica para desarrollar la
planificación estratégica que permita mejorar la asistencia y el aspecto
turístico del municipio.
Roberto Woolfolk Saravia, pionero de los paleontólogos en el país, sostiene que
en Honduras, El salvador y en Guatemala, habitaron dinosaurios. Woolfolk, promotor
de la creación del museo paleontológico de Estanzuela, Zacapa, esta convencido
de que las tierras de ese municipio se encuentran plagadas de fósiles y restos
de animales prehistóricos que todavía no han sido extraídos. El paleontólogo
cuenta cómo en Chiquimula el sacerdote de una aldea descubrió en la casa de un
campesino dos enormes huesos. "Era el cuerno central de una vértebra que
tenía un diámetro como el de un tonel de 5 galones", afirma. Resulta que
el campesino que tenía en su poder esos fósiles había sido jornalero en tiempos
de Jorge Ubico. Mientras se encontraba abriendo brecha para construir los
caminos de la zona, se encontró con esas piezas y las llevó a su casa para
construir una mesa. El resto del animal está todavía dentro de la montaña. Para
sacarlo se requiere de mucho tiempo y dinero.
Una cuadrilla de ocho personas que trabajaran ocho horas diarias, se tomaría
muchos años para poder extraer el cuerpo completo. "En realidad me
conformaría tan sólo con rescatar un fémur de ese animal", comenta con
frustración.
El pionero de la paleontología en Guatemala tiene la certeza de que se trata de
la osamenta de un enorme dinosaurio del período terciario temprano, pero aún no
sabe a qué género pertenece. La presencia del animal posiblemente se deba a una
reacción de sobrevivencia que lo hizo remontar obstáculos increíbles, ya que
por aquel entonces el territorio de Guatemala sólo constaba de pequeñas islas.
Precisó que esas isletas consecutivas eran las cumbres de Las Minas, que
permanecieron fuera del agua durante la era mesozoica en el período cretácico
(hace 50 millones de años) En lo que respecta a la desaparición de los
especimenes de esa era, se han manejado muchas teorías. Para Woolfolk, la más
veraz es la que se refiere a la estrepitosa caída de un meteorito en el área de
Yucatán, según los datos más recientes, que barrió con los dinosaurios y con
todo ser viviente. Se ha calculado que este meteorito tenía 10 kilómetros de
diámetro y que al chocar con el planeta hizo un cráter de 175 kilómetros de
ancho. Según el profesor, "si lo medimos, tomando como punto de partida
Salamá, Baja Verapaz, el resultado sería que ese cráter cubriría casi todo el
país, excepto los departamentos de Petén, San Marcos y parte de Izabal".
Se cree que el sol quedó oculto durante 5 años por la nube de polvo resultante
del impacto violento a gran velocidad, causando energía equivalente a 100
millones de megatoneladas de trinitrotolueno, interrumpiendo la fotosíntesis
planetaria, con lo cual todas las especies marinas y las grandes especies
terrestres perecieron por la falta de los factores ecológicos. El hallazgo del
iridium en un estrato delgado como un lápiz con una antigüedad de 66 millones
de años encontrados en una roca de Gubbio Italia, reveló una frontera entre el
período cretácico y el terciario temprano, que apuntala esta teoría.
Sesenta y cinco millones de años atrás, los dinosaurios
herbívoros pastaban en las grandes llanuras y los terodautros se elevaban
dificultosamente sobre cerros y montañas. En las aguas del planeta, los peces
óseos y las esponjas de sílice sobrevivían mansamente.
América del Norte se encontraba separada de lo que llegaría a ser América del
Sur. El continente, dividido en dos, tenía fronteras muy distintas a las que
conocemos hoy en día. El hemisferio norte terminaba en la parte septentrional
de Nicaragua y Sudamérica empezaba un poco más arriba del actual territorio de
Costa Rica. Habría de transcurrir mucho tiempo, unos diez millones de años,
para que América Central se uniera definitivamente. Esta división, hizo que
Guatemala se convirtiera en la última frontera para inmensos animales que luego
desaparecerían de la faz de la tierra. La flora y la fauna norteamericanas,
plagadas primero de dinosaurios y después de armadillos gigantes, perezosos de
más de tres metros de alto, mamuts y tigres de colmillos como sables, se
refugiaron en los que llegaría a ser este país Centroamericano.
De esa época y de los milenios subsiguientes, existen todavía las evidencias de
un pasado que nunca se ha llegado a reconstruir.
Dar a conocer a nacionales y extranjeros la prehistoria del
territorio guatemalteco, así como implementar actividades educativas que
contribuyan a la mejor comprensión del tipo de fauna y flora que existieron en
nuestro país, en especial el del área nor-oriente y en particular el de
Estanzuela, así como proporcionar el desarrollo comunitario regional.
Establecerse como un foco de desarrollo comunitario,
cultural turístico, así como constituirse en un ente que vele desde la
perspectiva paleontológica, por el Patrimonio Natural guatemalteco, y
convertirse en un centro de estudios paleontológicos del país.
Ubicado en una de las zonas más pintorescas de la región nororiental, el Museo de Paleontología, Arqueología y
Geología de Estanzuela, es considerado un tesoro nacional, no solamente por la labor realizada en el mismo sino por
cada uno de los hallazgos que allí se estudian y exhiben, incluyendo fósiles de especies muy extrañas en el mundo.
Además este Museo posee otros hallazgos de la cultura maya e innumerables registros geológicos que vale la pena conocer.
Estanzuela es uno de los 10 municipios del departamento de Zacapa, que cuenta con uno de los Centro Históricos mas importantes de Guatemala, el Museo de Paleontología, Arqueología y Geología, fundado el 27 de junio de 1974 por el Ingeniero Paleontólogo guatemalteco Roberto Woolfolk Saravia.
Descubridor, rescatador, restaurador, armador de las especies fósiles, gracias a la labor del Ing. Woolfolk y el patrocinio del INGUAT, Estanzuela cuenta con un importante museo. La mayoría de los restos fósiles fueron encontrados en el municipio de Estanzuela. Se encuentran fósiles de mamíferos pertenecientes a la Era Cenozoica, que según estudios realizados dejaron de existir hace mas de 10 mil años.
Centro América y específicamente Guatemala fueron paso obligatorio para lo que los científicos llaman "la gran emigración mundial fósil", en la que se cree que algunas especies de América del Sur emigraron hacia el norte y viceversa, encontrandose en Estanzuela la evidencia palpable de dicha migración.
Gracias a estos hallazgos realizados desde antes de 1974 muchas personas han podido conocer un poco de lo que existía en esa época. Según información del museo, cada año lo visitan aproximadamente 25 mil personas.
Regularmente la mayoría son personas que visitan el museo son extranjeros, como también, escuelas de ese municipio como también de los distintos departamentos, llegan a aprender un poco mas de historia.
Se evalúa establecer un nuevo proyecto ya que Estanzuela tiene mucho por descubrirse.
Datos de Zacapa
Cabecera: Zacapa
Región: Nororiental
Extensión Territorial: 2,690 km2
Población: 200,167
Mata informó que el museo fue fundado por el paleontólogo Roberto Woolfolk Saravia, el 27 de junio de 1974.
“Los hallazgos revelan que parte de una población de mamíferos perteneciente a la era terciaria habitó Centroamérica y han permitido que muchas personas conozcan sobre la existencia de gigantescas criaturas”, comentó.
La administradora del museo relató que este se encuentra en un terreno seguro, porque existe un acuerdo con las fuerzas de seguridad para que patrullen constantemente el área, y los vecinos están comprometidos a denunciar cualquier hecho delictivo.
Sara Castellanos, quien llegó al lugar desde Petén, dijo: “No me imaginé que hayan existido esos enormes animales. Si no viera los esqueletos no lo creería. No sé por qué nos tardamos tanto en venir, si todos los años viajamos a Esquipulas para participar en la bendición de principio de año”.
El profesor Gustavo Melgar, de Jalapa, indicó que en junio próximo visitará el lugar con estudiantes del último año de primaria, a fin de que conozcan los restos de los animales prehistóricos.
Agregó que Guatemala es bendita y que vale la pena conocerla, porque sus verdes valles e interesante historia hacen único al país. “Nosotros, los padres, estamos obligados a mostrarles a nuestros hijos toda la riqueza natural, paleontológica y cultural que poseemos, para que la puedan explotar turísticamente”, enfatizó Melgar.
Especies gigantes en el Museo de Estanzuela, Zacapa
Como testigo fiel de la existencia de gigantescas especies que habitaron Guatemala hace más de 30 mil años y que se extinguieron hace unos 10 mil, el Museo de Paleontología y Arqueología Ingeniero Roberto Woolfolk Saravia, de Estanzuela, Zacapa, resguarda restos fosilizados que revelan increíbles historias de un pasado que al hombre moderno le resulta difícil creer.
Esqueletos de un gigantesco mastodonte, de un manatí y de una ballena.
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El museo es visitado por estudiantes y turistas de todas partes del mundo, por el interés de conocer la existencia de enormes mastodontes, perezosos, armadillos, dinosaurios y objetos de colección de la cultura maya que aportan datos importantes para el aprendizaje.
Iris Mata, administradora del lugar, informó que este es el principal atractivo turístico de Estanzuela, ya que a diario lo visitan más de cien personas, muchas de estas, estudiantes.
“Contamos con guías de turismo para que expliquen a los visitantes la historia del museo; tiendas de artesanías, parqueo y restaurantes. La idea es contar con lo necesario para que los visitantes adquieran conocimientos históricos y que los vecinos gocen de estos beneficios”, agregó.
Mata afirmó que existen paneles informativos que detallan las diferentes eras geológicas, la formación de fósiles y la vida marina, y que es un museo transformado para temas educativos, paleontológicos y arqueológicos que genera conocimientos extraordinarios.
Agregó que es el único museo de paleontología que existe en Guatemala, y que reúne fósiles de animales que poblaron el territorio hace más de 30 mil años, cuyos restos fueron encontrados en El Progreso, la capital e Izabal.
Luego de los primeros hallazgos en el área de Estanzuela por el geólogo Karl Sapper (alemán), se realizaron reportes adicionales en 1950 por el doctor Barnum Brown y Jorge Ibarra. Es entonces cuando se comienza el estudio paleontológico formal, y debido a la importancia de los siguientes descubrimientos, incluyendo numerosos fósiles, empieza la iniciativa de fundar un museo de exhibición que fue impulsado por el ingeniero Wookfolk. El museo fue inaugurado el 27 de junio de 1974 y pasó a formar parte del INGUAT.
En las afueras del museo se encuentran tiendas de artesanía que muestran la habilidad artística e ingenio de los artistas locales exhibiendo piezas, adornos, collares y juguetes hechos de madera y semillas, así como telas y bordados.
El recorrido de la arqueología comienza donde finaliza la paleontología. Gradas escoltadas por estelas mayas llevan hacia abajo, donde se exhiben hallazgos de entierros, cerámica fina y ceremonial maya.
Museo de paleontología y arqueología Roberto Wookfolk Saravia
Es común escuchar a los niños impresionados diciendo 'mira el mamut', pero en realidad lo que se exhibe son esqueletos de mastodonte y megaterio, ambos de gran tamaño. Estos ejemplares caminaron por suelo guatemalteco hace miles de años durante la prehistoria.
En este museo no solo se exhiben esqueletos de gigantes terrestres, sino también marinos, y se pueden apreciar las enormes caparazones de tortugas y ballenas, así como muestras de muelas gigantes bien conservadas.
El recorrido va por varias secciones explicativas que ilustran las diferentes eras y episodios históricos donde se ubica cada especie de seres vivos. Las salas de exhibición son amplias y muy bien ambientadas. Es común escuchar que se refieren al museo como 'Museo de Estanzuela', pero su nombre completo es 'Museo de paleontología y arqueología Roberto Wookfolk Saravia'.
El museo cuenta con salas dedicadas a la arqueología maya, exhibiendo vasijas cerámicas y ceremoniales, bícromas y polícromas, además de platos, collares y vasijas en miniatura.
La mayoría de vasijas pertenecen a la cuenca del Río Motagua, río que años atrás era navegable por su profundidad y caudal, fue parte importante del comercio maya en la región. Otras muestras provienen de la Costa Sur de Guatemala.
Se pueden apreciar también estelas mayas de mediano tamaño con relieves bien conservados.
Se exhibe la réplica de una tumba abovedada del sitio arqueológico de Guaytán, San Agustín Acasaguastlán (a minutos del Museo).
A su vez, alberga diversos restos humanos pertenecientes a entierros menos ceremoniales pero conservados en enormes vasijas.
Otros de los mamíferos gigantes que habitaron Guatemala, los megaterios alcanzaban alturas hasta de 6 metros una vez alzados sobre sus patas traseras. De cabeza pequeña, tenían patas largas con garras prominentes que les servían tanto para desenterrar raíces como para defenderse.
Eran perezosos, parientes de los perezosos que se pueden observar al presente pero de menor tamaño. Su enorme tamaño los hacía terrestres ya que les imposibilitaba movilizarse por los árboles como sus familares actuales. Su dieta era principalmente vegetariana.
El atractivo principal es el esqueleto de mastodonte que se exhibe completo (foto arriba). Estos especímenes eran muy similares a los mamuts, relacionados con los elefantes pero cubiertos completamente de pelo y colmillos gigantes, alcanzaban los 5 metros de altura.
Este es el único museo de paleontología que existe en Guatemala, el cual lleva el nombre de uno de sus fundadores, investigador y Paleontólogo, fue creado el 27 de junio de 1974, siendo un lugar muy visitado por el turista nacional o extranjero que llega a ese lugar, para conocer la colección de fósiles que guarda dicho museo, de animales ejemplares que vivieron en la era cenozoica en este país, además de otras riquezas arqueológicas. En esta colección se encuentra:
1. El fósil de mastodonte que se calcula que murió hace 50,000 años y su tamaño y forma es similar al elefante de 3.60 mts. 2. El fósil del perezoso gigante, que era un mamífero herbívoro de 3.60 mts. de alto, que fue encontrado en la zona 6 de la ciudad capital.
3. Armadillo gigante que medía aproximadamente 2 mts. de largo, con el carapacho o coraza formada por mosaicos poligonales óseos.
4. Fósil de ballena, cuya osamenta de dicho mamífero fue encontrada en Izabal, habiendo sido transportada y armada en el museo, con un tamaño aproximado de 10 mts., y se encuentra colocada boca arriba.
5. Vestigios de la tumba de Guaytan, el cual es un monumento funerario (800 años D.C.) construido de piedra laja, con los restos de un noble maya, que fue encontrado originalmente en Guaytán, San Agustin Acasaguastlán, El Progreso, y rearmada en un cubo de hormigón.
6. Cuenta con una colección de objetos ardqueológicos procedentes de la cultura maya de la región.
El museo ofrece en su recorrido una parte del pasado guatemalteco, cuyo tema central se basa en los animales que existieron en este país, hace aproximadamente 30,000 años y que se extinguieron hace 10,000 años. Se presenta al inicio, la formación de la tierra, los continentes y luego información relativa a la formación de los fósiles.
Durante el recorrido se pueden apreciar breves anotaciones de la historia de este museo así como una pequeña reseña de la vida del Ing. Roberto Woolfok Saravia, investigador y responsable de conservar éstos fósiles.
Se muestra de forma gráfica y textual, información acerca del inicio de la vida en el mar, la evolución de algunos animales hacia la vida anfibia y luego la vida terrestre.
Todas estas riquezas guardadas en un solo lugar, motivan al turista a visitar Estanzuela, principalmente su Museo de Paleontología que muestran la evolución de nuestra tierra.